Por qué debes ser «S.O.S-tenible» en tu plan de marketing.

Al realizar la matriz numérica DAFO de una empresa cliente este año, y al hacer su análisis descubrí que tenía tanto en sus oportunidades como en sus fortalezas puntos de estudio muy similares a otra matriz que había hecho hace unos meses para otra empresa de un sector totalmente diferente, una de las empresas es de exportación de una materia prima concreta y la otra de fabricación de dulces, estos puntos similares tenían que ver siempre con el medio ambiente. Una vez más descubrí que el producto está siendo envuelto en un «papel de regalo» que si hasta hace unos años estaba basado en la imagen y en la línea estética o de seguridad, es ahora cuando el factor sostenible se hace protagonista como una característica fundamental del producto. Los departamentos de marketing de las empresas deben tener claro que la sostenibilidad y los productos respetuosos con el medio ambiente ya no debe ser un factor para llegar a nichos de mercado específicos, sino que deben llegar a un cliente cada vez más común en estas necesidades. Es aquí cuando muchas empresas están confundiendo el producto saludable con el producto sostenible con el medio ambiente. Son dos aspectos diferentes y que deben trabajarse de forma distinta tanto en su fabricación como sobre todo en su venta. Es el producto saludable cada vez más protagonista en los lineales de los supermercados y la apuesta por ellos debe ser clara en muchos sectores alimentarios, pero el producto respetuoso con el medio ambiente está creando hábitos de consumo mucho más rápido y además con mucha más fuerza debido a que no sólo llega al ámbito de la alimentación sino a otros muchos ámbitos y procesos lo que está creando hábitos sociales más allá de ciertos nichos y que van a ser y de hecho ya están siendo oportunidades para muchas empresas si lo saben trabajar desde la estrategia del marketing y de su comunicación. Debates sociales como las emisiones de CO2 que provoca la criptomoneda o la «última milla» en la venta online eran impensables hasta hace solo unos años y ahora se convierten en puntos de inflexiones en las decisiones de compra o inversiones de negocio.
Los modelos de negocios que ya no sólo busquen ser modelos de negocios sostenibles con el medio ambiente, sino que además vendan productos con pautas respetuosas con éste, no sólo están trabajando sus productos desde una perspectiva de nichos sino desde una perspectiva de acercamiento a una sociedad cada vez más demandante de esta tipología de producto. Allá por el 2013 escribía en este mismo blog un artículo refiriéndome a un término que acuñe en su momento y que vuelvo a expresar y aprovechar en este artículo. La «S.O.S tenibilidad» ya no es un tema de apuesta por ella o no, las empresas que no estén buscando en su estrategia de marketing la fórmula adecuada para dar respuesta a esa sostenibilidad y en la medida de lo posible ser respetuosas con el medio ambiente dejarán no de llegar a clientes específicos sino a una amplia mayoría de la sociedad y ésta a su vez encontrará fácilmente alternativas a esos productos en el mercado. Y no me refiero solo a productos terminados, las apuestas son deben ser mucho más amplias. La gran oportunidad que tiene el comercio minorista es demostrar a la sociedad que son más sostenibles que el mercado online o los grandes almacenes, esto se convertirá en una fortaleza fundamental si se sabe trabajar de forma conjunta por el comercio minorista y será una causa más del por qué creo que el comercio físico tiene más futuro que el comercio online.
Debemos ser conscientes y observadores que el ya famoso «gran reseteo» se ha puesto en marcha a nivel mundial y que la pandemia lo ha acelerado de manera exponencial. El superciclo en el que ya está metido muchas de las materias primas, como el cobre o el acero, la demanda y escasez de chips o la apuesta por nuevas formas de trabajo, son puntos de vigilancia para ir descubriendo que el futuro «SOStenible» ya no es tan futuro sino que es un presente cada vez más socializado y necesitado. No se trata de hacer «green marketing» porque sí, se trata de trabajar estrategias de marketing que tengan claro que en sus planes, debe aparecer la palabra CO2 y cómo trabajarlo.
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