La importancia de la cultura en el Marketing, o hacer un marketing con cultura.

Larry Diamond ha escrito un artículo exquisito sobre el cómo hacer frente a la recesión democrática. Su tesis, basada en la decadencia de las democracias, especialmente desde el año 2006 tiene mucho que ver con la tesis de Martin Wolf que expone esta semana en Financial Times, que añade un paralelismo y una relación directa con la decadencia de la economía liberal tal y como la conocemos. Leyendo el artículo de Martin Wolf recordé, quizás por sus maneras literarias, a uno de los libros que considero imprescindibles y de obligada lectura, escrito por  Stefan Zweig y titulado «El mundo de ayer». La conceptualización y síntesis de estos tres autores, me hizo plantearme no una tesis, pero sí una hipótesis basada en la coincidencia en años y de forma paralela a la digitalización de los procesos empresariales y por otro lado a la forma de comunicarnos en la sociedad. Jeremy Rifkin en su libro «La tercera Revolución industrial» habla del surgimiento de las distintas revoluciones a lo largo de la historia cuando coinciden grandes cambios en la forma de utilizar energía y la forma de comunicarnos. Esta situación está sucediendo en estos momentos, y la forma de comunicarnos ha cambiado, y ha cambiado gracias a la digitalización. Pero me temo que la comunicación digital y todo lo que ello abarca, nada tiene que ver con la Viena de principio del siglo XX que describía Zweig en su libro o con el París de Julio Cortázar. Existe una clara decadencia en la cultura de la sociedad y de esta decadencia tiene mucha culpa los medios de expresión actuales. Unos ideales políticos más basados en quién consigue ganar discursos banales en Twitter que otra cosa, una música creada en autotune, generando miles de canciones sin sentido, arte creado por «IA» y admirado por los medios de comunicación, y universitarios esperando el aprobado y no el conocimiento. Cómo diría aquel, «os estamos engañando».

Las redes sociales, especialmente Lindkedin, están abarrotadas de noticias y de comentarios de lo que la «IA» puede hacer por el mundo del Marketing, la generación de contenidos, la forma de llegar al cliente o las campañas de comunicación se harán de forma más automatizadas y rápidas. Me imagino “El pensador” de Rodin con la cara de  Jon Hamm, destrozado porque la creatividad dependerá más de la «IA» que del factor humano y emocional.

Pero como dice Seth Godin, una de las características del marketing es precisamente hacer cosas diferentes, he aquí la gran oportunidad; la generación de un marketing basado en la cultura, basado en la aportación cultural y humanística. El medio empleado para tal tarea realmente da igual, el mensaje debe ser culto, sin prisas, con cercanía, ético y que motive el cuidado de los valores, no solo medioambientales, sino de relaciones humanas, buscando el bien común y el individual.

Estoy convencido que la recesión democrática puede recuperarse desde las bases educativas, (como lo ha hecho siempre), y a su vez ello generará un renacer de  las bases culturales con «Medicis»  digitales . Y las empresas y su marketing debe ser parte protagonista de esa recuperación.

Este artículo no es nostálgico ni aferrado al «cualquier tiempo pasado fue mejor», es un mensaje claro de oportunidad disruptiva, convergente y necesaria en las empresas.

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