Si hay algo de lo que debemos ser conscientes es de la estrategia que estamos llevando actualmente en nuestras organizaciones, sea cual sea y vaya  a donde vaya. Y si hay algo que me encuentro muy a menudo en las pymes es que no se trabaja la estrategia de ellas desde ningún punto de vista.  

 

Al igual que soy firme defensor de la comparativa del Idh en el desarrollo de nuestros negocios, y tomándolo como referencia, soy firme defensor de la idea que nuestras pymes no se diferencian tanto de las empresas que cotizan en bolsa,  o grandes empresas  de nuestros entornos.  Por ello propongo la siguiente reflexión, tomando como ejemplo un estudio sobre las grandes organizaciones estadounidenses.

Durante el 2008 la crisis financiera mundial, algunas organizaciones afirmaron que habían abandonado su estrategia y los procesos de planificación, y se centró en cambio en la gestión para la supervivencia. Aunque esto puede no sonar muy estratégico, es cierto que sólo los que sobreviven a corto plazo y en pie para crear una estrategia a largo plazo. El mantenimiento de liquidez para las operaciones de apoyo, la construcción de la fiabilidad en la cadena de suministro, gestión de riesgo de la contraparte – esas son habilidades importantes de supervivencia. Pero sin duda, la estrategia también juega un papel en la distinción que se beneficia o la mayor parte sufre de una crisis.

Un artículo reciente de Geoffrey Martín y Manuel Becerra, presentó hace ya unos meses en la conferencia de la Sociedad de Gestión Estratégica, ofrece algunos datos sobre la resistencia desempeño de las empresas durante la crisis de 2008. Utilizando una muestra de más de 7.000 empresas que cotizan en bolsa de Estados Unidos, encontraron que las empresas con una mayor variabilidad de flujo de ingresos y un menor rendimiento durante el periodo 2003-2007 sufrió más después de la crisis de 2008. Aunque el estudio no examinó las estrategias específicas de estas empresas, sugiere que las empresas con fuertes ventajas competitivas anteriores a la crisis, y las buenas prácticas de gestión de riesgos, eran capaces de capear la crisis mucho mejor que sus rivales. De hecho, para los que tienen ventaja competitiva, una crisis puede ser una oportunidad para fortalecer la competitividad y ganar posición en el mercado. Como los ejecutivos de las industrias cíclicas sabe, siempre hay buenas ofertas para elegir después de una recesión. Sin embargo, el premio se otorga a aquellas empresas que estaban dispuestos estratégicamente antes de la crisis.

 

Podemos estar o no de acuerdo, pero son datos significativos, y podemos actuar de una manera o de otra, pero debemos actuar, generar una estrategia clara de cómo vamos afrontar los próximos años, no esperemos a actuar según venga la situación y  afrontemos cada momento desde una perspectiva diferente, debemos ser conscientes que la vela debe adaptarse a las situaciones, pero de igual modo debemos ser conscientes que dicha vela está sujeta por un mástil y éste debe ser inamovible.

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