Hace unos meses regalé a mi pareja,  «Fitbit«, un dispositivo que sin duda se ha convertido en un compañero inseparable  de ella. Fitbit te ayuda a controlar tus calorías gastadas durante el día, qué ejercicio has realizado, o cómo has dormido esa noche, es un auténtico controlador de tu actividad física  diaria y que puedes registrar en tu plataforma de tal manera que puedes analizar tus comportamientos en periodos cortos o largos de tiempo. Desde su uso, ha aumentado su ejercicio diario, ha mejorado la capacidad aeróbica, y hace más ejercicio rutinario, apenas utiliza el ascensor.

La pregunta es por qué actuamos de una manera u otra gracias a dispositivos como fitbit, a un pulsómetro o las determinadas aplicaciones que tenemos instaladas en nuestro smartphone como runstic pro o similares.  Investigando un poco más sobre el tema descubrí este vídeo de Gary Wolf, que acaba con una idea que te hace pensar. Os dejo el vídeo y quizás sea interesante pensar sobre estos comportamientos ahora que empezamos el año escolar o laboral después de las vacaciones.

 

 

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