Cuánto tiempo le queda a tu empresa para ser víctima de la disrupción

disruption-930x620Cuando trabajas en consultoría de estrategia para empresas de muy diferentes sectores te das cuenta que cuando llevas ya unos añitos en este tema son las propias empresas las que te enriquecen con ideas tanto o más que tú a ellas, muchas de estas ideas o procesos son muy sectoriales y apenas puedes aplicarlas en otras empresas, pero otras tantas son perfectamente adaptables a las demás.

En este sentido creo que hay tres líneas fundamentales en el desarrollo de las mismas y que ayudan a mejorar procesos y rendimientos en la empresa, una es cómo innovar en producto, otra, cómo  innovar en modelo de negocio, y otra cómo innovar en personas. Aprender a separar primero para crear estas tres líneas y luego saber unir de forma ajustada las tres a  los procesos de ventas y fabricación es la clave. Por supuesto debemos tener claro que a la hora de aplicar herramientas a cada una de estas líneas es quizás otra línea de trabajo más personal como consultor pero clave para optimizar los objetivos que te has planteado conseguir con la empresa en cuestión. Herramientas como la matriz DAFO numérica o ciclo de Deming no son necesarios o sí dependiendo de la empresa y sus necesidades.

Pero esta linealidad está más rota por el sistema que estamos creando y que muchos culpan de ello a la digitalización del entorno, las redes, la robótica o la revoulución de los materiales. Creo sinceramente que estos conceptos son meros canales de cómo hacer las cosas pero ni mucho menos sean los verdaderos culpables de la rotura que hablamos. Quizás todo esto esté pasando porque las empresas en Silicon Valley por ejemplo no tengan por objetivo ser multimillonarias sino en cambiar el mundo y mejorar nuestras vidas. Esta idea está provocando que cada vez hayan en menos espacio de tiempo más empresas y productos disruptivos, que rompan drásticamente las formas de hacer las cosas.

Esto es lo que principalmente debe preocupar a las empresas asentadas actualmente en el sistema en el que estamos. No es una cuestión de como enfrentarme a ellos o a la competencia, es que muchas de ellas en ningún momento podrías creer que pudieran ser las ideas que romperían por completo tu manera de hacer las cosas en tu empresa.

Por lo tanto debemos estar preparados para la disrupción que hará una transformación drástica en mi empresa aunque así no lo queramos ver o creamos  que justo nuestra empresa es «diferente». En las empresas que trabajo esto se ha convertido en una parte más de mis proyectos. Analizar no sólo el presente del entorno sino las tendencias de consumidores en otros sectores hacen que pueda acercarme por lo menos a lo que puede pasar y no sólo eso, sino hayar los tiempos para planificar los cambios para cambiar o si no morir.

Si piensas que tú o tu empresa estáis protegidos por un ente divino que no va a permitir que esto ocurra, vas apañado, porque no se trata de como competir con los demás sino como afrontar a una competencia que ni existe y de repente se ha hecho dueña y señora de todos tus clientes. Algunos dicen y no les falta razón que siempre habrá mega empresas que frenen estas disrupciones o que el asentamiento en la sociedad tardará todavía un tiempo, la pregunta que debemos hacernos es cuánto tiempo, y si para eso tiempo estaré preparado para el cambio.

Aconsejo herramientas como el IDH para poder manejar lo que está pasando y cuando puede afectar a tu negocio, pero un punto de vigilancia que no falla es analizar seriamente si tus productos o servicios están siendo cada vez más necesitados de marketing y acciones de ventas y si aún así no suben esto significa que los clientes están buscando alternativas no basadas en competencias directas o indirectas sino en disrupciones casi imposibles de controlar. Si este análisis es continuo y lo tienes analizado de forma correcta con parámetros claros de comportamientos de los clientes, podremos empezar a buscar alternativas si es el caso para saber la aceleración de la curva de negocio en la que estás y como sostenerla o cambiarla.

No es una cuestión de miedos, es una cuestión de enfrentamientos a una realidad que muchos no quieren ver. Sí doy un consejo, sé sincero con tus clientes y ellos lo harán contigo, genera confianza con ellos, y en poco tiempo ellos mismos te irán contando, si sabes hacerlo, el por qué de los cambios de sus comportamientos. Es cuestión de tiempo.